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Durará 90 días. Pymes y quienes se capitalicen quedarán fuera del sistema.

Desde hoy y por 90 días regirá el nuevo sistema para avalar importaciones y que reemplazará al "uno a uno" creado por Guillermo Moreno. Como en el sistema ideado por el exsecretario de Comercio Interior no se instrumentará por escrito, sino que se basa en una comunicación pública y virtual explicada hace 20 días a un grupo de empresarios, que luego fue siendo ratificada en reuniones particulares que el reemplazante de Moreno, Augusto Costa, fue manteniendo con representantes del sector privado. Desde hoy a las grandes compañías que quieran importar cualquier tipo de producto o pagar servicios se les exigirá que financien esas operaciones con dólares propios, que tomen créditos internacionales o que se financien con apalancamientos de las casas matrices. Así, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se retirará del aporte de divisas para pagar las compras al exterior de la economía real, y se concentrará sólo en presentar las reservas. Lo que se promete desde el Ministerio de Economía que dirige Axel Kicillof es que a las empresas que acepten el nuevo régimen se les liberarán inmediatamente las importaciones agilizando las declaraciones juradas correspondientes. Para la visión actual del Palacio de Hacienda sólo este cambio respecto de los días morenistas modificaría radicalmente la situación.

Augusto Costa aclaró además que, al menos por ahora, las pequeñas y medianas empresas (pymes) quedarán fuera del régimen siempre y cuando se dediquen a producir en el país y necesiten (y acrediten fehacientemente) que las importaciones reclamadas son necesarias. Si, por el contrario, la pyme en cuestión se dedica sólo a la importación quedará fuera de cualquier tipo de prioridad para recibir dólares provenientes de las reservas del BCRA. Desde Economía se considerarán (además de las "pymes productivas", según definieron fuentes del Palacio de Hacienda), operaciones de importación estratégicas como las vinculadas a la salud (insumos para hospitales, remedios, etc), infraestructura (energía, herramientas y máquinas para la obra pública) y las actividades culturales y deportivas (libros, películas, visitas de artistas y deportistas), además de un gaseoso concepto de "servicios y bienes esenciales"; que Costa y su gente considerará de manera especial. El plazo de 90 días de vigencia del nuevo régimen no fue puesto de manera caprichosa. Culminará el lunes 12 de mayo cuando, en teoría, ya haya culminado el período donde los productores sojeros obligatoriamente deban liquidar sus posiciones y existencias para prepararse para la próxima cosecha.

El BCRA espera que desde la esta misma semana hasta la primera quincena de abril lleguen no menos de u$s 4.000 y hasta u$s 6.000 millones para reforzar las reservas, fruto de los ingresos por retenciones. Además se espera que hagan su aporte los mineros y otros exportadores, también afectados por retenciones y el resto de los impuestos a las exportaciones que cobra la Aduana culminando el período más frugal de ingresos de dólares del año. Una vez terminado ese proceso, se contabilizarán cómo quedaron las reservas que administra la entidad que maneja Juan Carlos Fábrega, y recién en ese momento (segunda quincena de mayo) se evaluará si el régimen de restricción al acceso de dólares para importaciones vuelve a la normalidad o se prorroga por otros indefinidos 90 días más. "Si tiene algún amigo sojero, dígale que liquide rápido; así usted puede acceder a los dólares de las reservas más rápido", era la frase que recibía ayer un CEO de una de las terminales automotrices alcanzada por las restricciones. Por otro lado, y como variante al régimen, las empresas que demuestren capitalizaciones e inversiones en dólares podrán tener la posibilidad de comprar bienes y contratar servicios, por la misma cantidad de divisas.Esto implica que si una compañía de cualquier tamaño demuestra que sus activos durante los próximos días aumentaron en una cantidad determinada de dólares, el Ministerio de Economía le habilitará importaciones por el mismo volumen de dólares. Siguiendo esta línea, todas las empresas que inviertan en maquinaria, herramientas, bienes de capital o simplemente incrementen su capitalización nominada en dólares, podrán acceder a liberazación de dólares similares a los aplicados al sistema productivo de la compañía. Tendrían prioridad las empresas que aseguren que esas nuevas líneas y mejoramientos de inversión están destinados a capítulo de "sustitución de importaciones", según criterios de evaluación propios de Economía. El anuncio directo del sistema que reemplazará al "uno a uno" morenista lo recibieron en exclusiva unos 50 empresarios reunidos el viernes 31 de enero pasado a las 19 en Economía. Las privilegiadas fueron las automotrices afiliadas a ADEFA, los importadores de vehículos de CIDOA; Acindar, Aluar, la Cámara de Fabricantes de Neumáticos; representantes de Newsan y BGH por los productores de electrodomésticos y otros empresarios metalúrgicos. Los anfitriones fueron Axel Kicillof; la ministra de Producción, Débora Giorgi, y Augusto Costa, con presentaciones casi exactas de 10 minutos por funcionario. No hubo lugar para preguntas ni para responder dudas, y se les dio a entender a los invitados que en realidad deberían estar agradecidos por ser los primeros a los que se les explicó el régimen . Hasta abril las automotrices quedarán fuera por una acuerdo ya negociado con Kicillof y Costa.

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