Podó de 365 a 120 días el plazo en el que deben demostrar el ingreso de lo que adquirieron en el exterior por anticipado.
un intento de atenuar la caída de las reservas y mejorar el control sobre el pago de las importaciones, el Banco Central (BCRA) resolvió ayer acortar en un tercio el plazo previsto para que los importadores demuestren el ingreso aduanero de la mercadería comprada en el exterior y pagada con anticipación.
Además, les quitó a los bancos la facultad conferida hasta aquí para concederles prórrogas a los importadores si demostraban que los bienes adquiridos no habían sido ingresados en el mercado local en tiempo y forma "por demoras ajenas a su voluntad". De aquí en más, cualquier extensión deberá tener una autorización previa y explícita del BCRA que, en el caso de no otorgarla, podrá intimar al importador a devolver los dólares adquiridos para esa operación. La medida, que recorta de 365 a 120 días el plazo para demostrar la importación y fue aprobada ayer por el directorio del BCRA, lleva la impronta del nuevo gerente general de la entidad, Jorge Rodríguez, a quien en el sistema financiero se lo conoce con el alias de "Candado" por su manejo y conocimiento de los recovecos de la normativa cambiaria en vigor.
Rodríguez es un histórico funcionario del BCRA que tuvo a su cargo el armado de la estructura legal del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) tras la implosión de la convertibilidad y que impuso la obligación de liquidar por ese canal las divisas que entren en el país tras una década de libre movimiento de capitales.
La modificación de plazos, que no alcanza a las importaciones de bienes de capital (para ellas se mantiene el período de hasta un año) llega cuando las reservas amenazan perforar el nivel de los 27.000 millones de dólares porque el ingreso de divisas tiende a cero mientras la demanda de dólares se acelera por temor a un nuevo salto devaluatorio. En el propio BCRA reconocen que hay una carrera lanzada por apurar el acceso a los dólares que, de esta manera, intentarán administrar para que tenga menor impacto sobre las reservas.
Esa tenencia mermó en algo más de US$ 2200 millones en los últimos 80 días (según datos preliminares difundidos anoche, se encuentra en 27.444 millones) y sufrirá un nuevo egreso importante hoy por el pago de la renta del Bonar X, un título en dólares emitido por el Gobierno en 2007 y que paga un interés del 7% anual.
En el BCRA afirman que hay "una demanda elevada de dólares para el pago de importaciones" que, en algunos casos, no se condice con el ingreso de mercaderías. También se aprobó extender los controles cambiarios para todas las repatriaciones de inversiones extranjeras directas que se realizaron con anterioridad al 28 de octubre de 2011, es decir, el momento en que se instauró el denominado cepo cambiario.
El cambio, que rige únicamente para el sector privado no financiero, obliga a todas las empresas que hayan realizado inversiones directas en el país (como la compra de instalaciones) antes de la fecha mencionada a demostrar que ingresaron el dinero de la operación a través del MULC. Con este mecanismo, se busca desincentivar el ingreso de divisas a través del contado con liquidación.
La medida preocupa al sector importador. "Al restarles atribuciones a los bancos, lo que muestran es que vamos camino a un endurecimiento mayor de los mecanismos de acceso a las divisas", denunció el gerente de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce.